Mi propuesta formativa gira en torno al liderazgo y las habilidades personales o Soft skills.
¿Por qué entrenar las habilidades blandas?
Porque, como ya adelantaba Peter Drucker en los años 90, hay una realidad que se impone: cada persona debe dar forma y dirigir su trabajo y su carrera.
Dependemos de nosotros mismos. Necesitamos una actitud proactiva, deliberada y constante en la gestión de la vida laboral (autoliderazgo).
Las competencias técnicas no son suficientes para sobrevivir en el contexto de trabajo actual y futuro . Necesitamos cultivar las habilidades blandas (soft skills) que facilitan la autogestión personal ante los desafíos actuales y mejoran la capacidad de trabajar con los demás.
Mis formaciones están dirigidas a promover nuevas conductas y actitudes y a entrenar técnicas que mejoren las habilidades de comunicación, sociales y emocionales de las personas participantes.
Adquirir estas competencias nos hace más empleables, mejores vendedores, empresarios más competitivos o trabajadores más valiosos. Y, sobre todo, nos permite trabajar con menos ansiedad, con más autoconfianza y disfrutar de mayor bienestar personal.