Skip to main content

Coaching de liderazgo con tus antiguos compañeros

Por septiembre 5, 2023febrero 12th, 2024Habilidades directivas

Dar el salto de trabajar solo o como miembro de un departamento o equipo de trabajo a ser el líder de un equipo de personas entre las cuales, a menudo, se encuentran excompañeros de trabajo resulta todo un desafío que puede poner en cuestión tu confianza en tus capacidades como líder.

Hasta ahora respondías solo de tu propio trabajo, de ahora en adelante respondes de los resultados de tu equipo. No puedes hacerlo todo tú, de hecho, tu papel ha dejado de ser “hacer” o ejecutar tareas, tu nuevo rol consiste, básicamente, en liderar personas. Tus superiores estarán evaluando tu capacidad para obtener resultados a través del trabajo de otros.

Como coach me encuentro a menudo personas como tú, que se encuentran ante este reto de situarse en su nuevo papel de jefes, preocupados por su propia productividad y por el modo de ganarse el respeto y la cooperación de sus equipos, con frecuencia compuestos por personas que, anteriormente, eran sus colegas o incluso poseen más experiencia y trayectoria que tú.

¿Cómo mantener el equilibrio entre la consecución de resultados que te están exigiendo y la implantación de nuevos modos de hacer que tienes en mente, por un lado, y el deseo de ganarte el respeto y la colaboración de tu nuevo equipo?

¿Cómo lograr que las personas a tu mando sigan tus nuevas directrices de buen grado, sin tener que acudir al tradicional “ordeno y mando”?.

Aquí van 6 consejos para situarte con éxito en tu nuevo rol de jefe ante excompañeros o colegas de trabajo.

  1. Entiende bien tu nuevo puesto

Invierte tiempo en definir tus nuevas responsabilidades y objetivos. Analiza el papel que juega tu equipo en el plan estratégico de la empresa y establece tus prioridades con claridad. Así serás capaz de centrarte en lo importante y de inspirar confianza y firmeza a la hora de comunicar tus directrices al nuevo equipo.

  1. Trabaja tu autoconfianza

Ejercer el papel de líder de un equipo nuevo puede resultar desafiante. Tu trabajo no es el de antes, que ya dominabas, ahora necesitas cumplir con nuevos objetivos y, además, no puedes hacerlo solo. Míralo desde otra perspectiva, ahora cuentas con el talento y la experiencia de otras personas y puedes apoyarte en ellas.

  1. Asume que las relaciones con tus antiguos colegas serán diferentes.

Puede que no conozcas a todos los miembros y puede que con otros tengas demasiada confianza o, tal vez, rivalidad. En cualquier caso, tu nuevo puesto implica un cambio en las relaciones que no siempre es cómodo.

Como el líder eres tú, te toca dar el primer paso y exhibir nuevos comportamientos. Trata a todos por igual, evita favoritismos y entrega un feedback honesto a todos los miembros del equipo.

  1. Crea un clima de confianza

Invierte tiempo y esfuerzo en crear un espacio de confianza con tu nuevo equipo. ¿Cómo hacerlo? Conecta con tu propia autenticidad y vulnerabilidad para presentarte y para recabar su apoyo.

Convoca reuniones individuales y grupales, presentándote de una manera abierta, haciendo preguntas y escuchando lo que ellos tengan que decir. Muestra respeto por las diferencias individuales y encuentra la manera de poner todos los talentos al servicio de los resultados.

Mantén el clima de escucha y comunicación fluida a través de pequeños rituales (como reuniones semanales) que ayuden a crear identidad y sentido de la pertenencia. Con el tiempo, la confianza se traduce en participación, creatividad e innovación.

  1. Comunica con claridad tus objetivos

Quizá traes nuevas ideas sobre el modo de hacer las cosas y los procedimientos y estás deseando implantarlas para lograr cuanto antes los resultados exigidos. Sin embargo, hacerlo sin hablarlo antes y borrar todo de un plumazo puede ser contraproducente.

Asiéntate antes en tu nuevo puesto, observa al equipo y averigua los motivos detrás de los procedimientos actuales. Realiza también un DAFO de los miembros del equipo. Con toda la información, tomarás mejores decisiones sobre los nuevos procedimientos, las funciones y responsabilidades de cada miembro del equipo y los objetivos a alcanzar.

Comunica a tu equipo tus decisiones, tus razones y el modo en que se alinean con los valores y los planes estratégicos de la organización. Mantente abierto a su participación y escucha sus necesidades.

  1. Ejerce un liderazgo flexible pero firme

Estás deseando agradar o, al menos, ser reconocido como nuevo líder del equipo. Te preocupan los posibles conflictos y rivalidades con antiguos colegas. Quieres buen ambiente y cooperación y aterrizas mostrándote como un líder coach, un líder que inspira, que escucha y que quiere servir al equipo. Sin embargo, este tipo de liderazgo no es siempre posible.

Diferentes situaciones requieren de liderazgos distintos, incluso dentro del mismo equipo, y tu papel es “leer” esas situaciones y adoptar el rol más adecuado en cada una de ellas.

Hay ocasiones en que serás un líder inspirador, pero en otras tendrás que hacer de mediador o incluso imponer tu criterio: comprende que tu opinión tiene más peso y habrá momentos en que tendrás que hacerla valer. Entrena una buena comunicación para esos momentos.

Pasar a liderar un equipo del que hasta hace poco se formaba parte como un compañero más no es tarea fácil. No obstante, apoyándote en estos consejos y adoptando una actitud positiva, equitativa y decidida lograrás hacerte con tu nuevo rol y cumplir con tus responsabilidades contando con el apoyo y la colaboración de tus antiguos compañeros.

Deja un comentario