Plan de acción personal para sobrevivir en el nuevo mercado laboral
¿Qué quieres ser de mayor? ¿A qué te quieres dedicar? Son preguntas que planteamos a los niños, ¿Qué carrera elegir? ¿Cómo elegir mi trabajo ideal? son preguntas que se hacen los jóvenes, y no tan jóvenes, y que tienen miles de búsquedas en Google.
En ambos casos, las preguntas ponen el énfasis en el destino: “destino tal trabajo”, “destino tal puesto”, “destino tal sector”. Como si se tratara de alcanzar un destino previsible y previsto, que nos espera tras superar unas etapas establecidas, y terminar el viaje con un merecido descanso.
Sin embargo, la realidad del mercado de trabajo invalida este planteamiento. La mayoría de nosotros emprenderemos no uno sino múltiples y sucesivos viajes, con destinos que aún no se han publicado en las guías de viaje.
La seguridad laboral está dejando de existir, no importa la organización o el sector en que trabajemos. Viene sucediendo desde hace décadas, aunque ahora se acentúen los cambios como consecuencia de los nuevos entornos económicos, calificados como VUCA (volátiles, inciertos, cambiantes y ambiguos).
La seguridad laboral ha dejado de existir, ahora es cosa tuya
En semejante entorno, la seguridad laboral se ha convertido en una cuestión individual. El eje de la responsabilidad se traslada de las organizaciones al individuo.
El nuevo paradigma de la gestión de la vida profesional
Los expertos en career management han identificado un cambio de paradigma en la gestión de la carrera profesional.
Sostienen que lo importante no es ya acertar con la elección correcta de carrera/estudios sino desarrollar las habilidades necesarias para afrontar un entorno cambiante e incierto, que exigirá tomar frecuentes decisiones para adaptarse a él y para mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.
Los principios que deben inspirar hoy la gestión de la carrera profesional son completamente distintos a los tradicionales, tal como señala en un artículo publicado por el National Life/Work Centre canadiense.
La infografía presenta la diferencia entre las exigencias del mercado laboral del pasado y las del futuro, que rigen ya nuestro presente.
Asumir la responsabilidad individual: plan de acción
En este contexto toma especial relevancia, como digo, la capacidad individual de liderar la vida profesional. Necesitamos un cambio de mentalidad, abandonar algunas creencias limitantes respecto del trabajo y abrirnos a otras nuevas que ofrezcan mayores oportunidades de éxito.
La seguridad proporcionada por el empleo que creaban las empresas está desapareciendo y es sustituida por la responsabilidad individual.
¿Cómo ejercer esa responsabilidad individual, ese autoliderazgo? Tomando decisiones conscientes, ejerciendo el control sobre aquellos factores que dependen de nosotros.
Quizá te estás preguntando ¿esto tiene algo que ver conmigo? ¿esto afecta a todas las personas o solo a quienes tienen grandes aspiraciones profesionales?. La respuesta es que todos estamos en esta responsabilidad, porque
Cada vez más, dependemos de nosotros mismos.
Para conservar el trabajo o ser capaz de lograr uno tras otro las competencias técnicas no son suficientes. Tampoco basta con trabajar duro. Es preciso contar con un Plan y conocer técnicas y estrategias para llevarlo a cabo.
Ventajas de contar con un Plan de acción
Invertir tu tiempo y esfuerzo en diseñar un Plan de acción para gestionar tu vida profesional tiene importantes beneficios, entre ellos:
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Aporta claridad en tus decisiones en la búsqueda y aceptación de trabajos o empleos, así como en la elección de formación relevante para tus objetivos.
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Aporta coherencia a tu trayectoria profesional, que se reflejará en tu CV y que será valorada positivamente por empleadores y clientes.
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Aporta motivación para los momentos difíciles. Por ejemplo, cuando tenemos que aceptar trabajos que no son los ideales.
Plan básico de acción: 5 pasos
A continuación propongo un Plan básico de acción con 5 elementos imprescindibles para gestionar tu vida laboral.
Toca hacernos cargo y liderar nuestra vida profesional y personal, tomando decisiones conscientes que respondan a un plan deliberado diseñado para alcanzar las metas que nos proponemos y que nos permita salir adelante.
1. CREA UNA IDENTIDAD PROFESIONAL
Una de las herramientas más eficaces en la gestión de tu vida laboral es la creación de una marca personal propia.
Construir una marca personal y gestionarla resulta esencial para cualquiera que tenga algo de valor para ofrecer al mercado, tanto si lo hace por su cuenta como por cuenta ajena.
Una buena Marca personal sirve para darnos una identidad creíble, distintiva y fiable, para proyectar un mensaje preciso y para atraer a las personas que pueden ayudarnos profesionalmente.
Crear una marca personal exige un trabajo previo de autoconocimiento y de definición de las metas personales y profesionales a medio y largo plazo.
2. CREA UNA RED DE CONTACTOS PROFESIONALES
Promocionar en tu trabajo o lograr uno nuevo no solo tiene que ver con el trabajo que haces sino también con quién conoces y quién sabe lo que estás haciendo. Es imprescindible aprender a crear lazos con la gente y hacer “propaganda” de uno mismo.
A menudo se tienen prejuicios respecto de esta actividad porque se desconoce en qué consiste realmente crear una red de apoyo profesional y cómo entablar esas relaciones.
Hoy en día, sin embargo, es prioritario dominar estas habilidades tanto en las relaciones offline como en las virtuales, dada la expansión y relevancia de las redes sociales digitales en el ámbito profesional.
3. ENTRENA TUS SOFT SKILLS
Las Soft skills o competencias blandas son aquellas habilidades que tienen que ver con aspectos no cognitivos, relacionados con nosotros mismos y con las interacciones personales.
Entre las primeras, por ejemplo, las habilidades de autonomía, autoliderazgo, coherencia, integridad, autorregulación, proactividad y motivación intrínseca.
Entre las segundas, las habilidades sociales, de comunicación, de trabajo en equipo, de liderazgo o de negociación.
Las habilidades blandas son las que realmente te servirán para marcar la diferencia y alcanzar tus resultados. Cada vez son más demandadas por las empresas, que las otorgan tanto o más valor que a las competencias técnicas.
PASO 4: FORMACIÓN CONTINUA
Mantenerse en el mercado requiere de un esfuerzo constante por actualizar los conocimientos y habilidades personales.
El aprendizaje continuo o lifelong learning se ha convertido en una competencia profesional clave. Significa que cada persona debe identificar sus necesidades formativas y planificar su formación más allá de los estudios formales, manteniendo una actitud abierta al aprendizaje y la mejora continua a lo largo de toda su vida.
En la actualidad los recursos formativos disponibles son múltiples, fácilmente accesibles gracias a las nuevas tecnologías y, en muchos casos, gratuitos o de bajo coste.
5. AUTOCUIDADO
Nuestras vidas personales y profesionales están cargadas de responsabilidades que provocan un gran desgaste físico, mental y emocional. El cuidado de la salud es un elemento clave para lograr un desempeño profesional exitoso.
Los resultados que obtenemos y la calidad de vida se ven deteriorados cuando descuidamos la salud y carecemos de la energía necesaria para lograr nuestras metas.
Llevar a cabo tus proyectos y todas las actividades de tu vida cotidiana exige incorporar a tus hábitos rutinas de vida saludable.
Si eres de los que no están demasiado comprometidos con un estilo de vida saludable, pero sí con obtener los objetivos que te propones, plantéatelo como un hábito de trabajo más. Cuidarte y mantenerte en plenitud de facultades es tu trabajo.